Es una de las flores más características. Todos la conocemos, a la flor y a alguna mujer que tiene ese simpático nombre, por no hablar de la pizza, el cóctel… Sus colores son inequívocos, siempre crecen muchas a la vez y es una de las flores más sencillas, ahí reside su encanto.
Maeva contactó conmigo para encargarme unos pendientes de margaritas. Sus indicaciones: baño de oro amarillo y que tuvieran alguna piedra blanca. Se fiaba de los diseños eme y eso es una gran satisfacción
Lo más bonito de todo es que no eran para ella, sino un regalo que quería hacer con mucho cariño.
Puesto que la margarita es sencilla, no procedía hacer un diseño demasiado elaborado. En cualquier caso, para todos los que nos lean a menudo o al menos conozcan algo de nuestros diseños, ya saben que en las piezas eme jewels no está reñida la sencillez con la calidad, diseño y acabado.
Una curiosidad de la margarita es que se hace de rogar para florecer, hay que esperar dos años. La destinataria de estos pendientes también había estado esperando, no dos años, desde luego, pero sí la promesa de Maeva de que en algún sitio le conseguiría unos pendientes de margaritas únicos. Así que, con esta historia y este fondo, me atreví a poner mi granito de arena e hice que la espera mereciera la pena. Estas margaritas florecieron tanto que su pólen es muy rico y tienen, no una, sino varias circonitas 

