Llevaban mucho tiempo comprometidos y ya por fin ha llegado su fecha. Qué ilusión participar con la joya infinita, sin principio ni fin, en este enlace de dos personas que se quieren. Qué ilusión estar pudiendo ver un mundo en el que poco a poco, triunfa el amor, sin importar nada más.
Rodrigo y Jose tenían claro lo que querían y también cómo lo querían: tenían que ser alianzas acabado mate, con un diseño especial y original, iguales las dos. La producción también era un factor importante: tenían decidido que el material elegido era el oro amarillo y que la fabricación fuera manual. En definitiva algo hecho con detalle y cariño, trabajado a mano.
Para ellos son estas alianzas Martelé, como dirían los franceses (innegable el punto glam que el francés y el inglés le dan a muchos nombres), puesto que están hechas, nada más y nada menos, que con golpes de martillo… de joyería, pero martillo al fin y al cabo.
Creo que incluso esto tiene una lectura bonita, como siempre es cuestión de querer verlo, pero estas alianzas me recuerdan a que el amor no es perfecto. A lo largo del tiempo y en las relaciones, nos vamos encontrando con baches y dificultades, pero la clave, supongo, es hacer de todos estos golpes, simplemente, parte del camino.
¡Que sean muy felices, chicos!
