Qué fantástico es poder personalizar y dar vida propia a algo material. Y qué bonito es poder contribuir a la historia de amor de dos personas haciendo algo especial y para toda la vida.
Así ha sucedido con esta alianza. Javitxu ama a su Bilbao natal y frente a la duda de dónde estará en un futuro, debido al mundo frenético en el que vivimos, quería asegurarse de que fuera como fuese el País Vasco estuviera siempre con él y en su gran día, su boda.
La baldosa de Bilbao fue el símbolo elegido y grabado a buril para protagonizar esta alianza de oro blanco y hecha a mano.
Realmente no me puede gustar más ese sentimiento, esa gente que ama su lugar, que siente sus raíces y que lo lleva impreso en el corazón, siempre. Todos deberíamos recordar siempre de dónde venimos, para saber a dónde vamos.
Javi y Natalia, ¡que sean muy felices!