Primer domingo de Mayo, ya llegó el día de la madre. Un año más en el que miles de españoles buscan un regalo perfecto, otros miles evitan hacerlo a toda costa alegando consumismo y otros cuantos simplemente echan de menos a esa persona tan especial que por circunstancias de la vida no pueden acompañar en este día.
Como cada año, reitero mi postura de hacer y dejar hacer lo que cada uno considere y de pensar en que más allá del consumismo y la frialdad de la que muchos hablan, no hay que perder la perspectiva de que, aunque sea de vez en cuando, tenemos que recordar a quienes queremos que de verdad lo hacemos. Y pienso que esto es una reflexión que está por encima de regalar o no regalar, comprar o no comprar, simplemente es dedicación.
Me encargaron un regalo muy bonito pensado especialmente para este día. Ana tuvo recientemente a su tercer hijo y su hermana, Marian, decidió regalarle por el día de la madre esta medalla con su inicial y los nombres de sus tres retoños.
Aunque suelo hacer estas medallas en plata y bañarlas en rodio o en oro, como puedes ver en la web, esta ocasión merecía el metal rey por excelencia y se trabajó toda la joya en oro directamente.
Sin duda será un recuerdo para toda la vida 
