Qué apasionante y especial es el mundo de las bodas y qué tendrá ese día que hace que las novias tengan un vaivén de sensaciones que les hace perder la calma y al segundo respirar en la más absoluta paz y felicidad.
«Antiguamente casarse no era como ahora, celebrábamos, por supuesto, pero de forma diferente» me decía mi madre hace poco. Y es verdad que ahora BODA es trending topic y que muchos blogs han puesto de manifiesto todo lo que este sector mueve: decoración, catering, flores, vestidos, peluquería… Muchos detalles que cada vez se hacen más difíciles de reinventar y justo ése es el reto y parte del juego al que juegan los novios y en el que el atelier #eme está poniendo su granito de arena para que así sea.
Acompañando a la boda, hay muchos días que se suman a la lista de «especiales» y que no dejan de ser una excusa para alargar la celebración, ya que pasamos mucho tiempo preparando mil detalles para el día «B» que luego se diluyen en unas horas. Ahora sin embargo contamos con despedidas, pre boda, pedidas… Cada uno con su particularidad.
Este encargo ha sido muy bonito; Andrea decidió hacer una pedida cenando con las familias de ambos y luego invitando a sus amigos a una fiesta en casa. En esta pedida, además, ha tenido un gesto precioso regalando a sus testigos (20!!) un detalle inolvidable: gemelos para ellos, pulseras para ellas.
Andrea es muy detallista y femenina, con sensibilidad especial y mucho estilo y además le tengo un gran cariño puesto que es de esos casos en los que conectas muy bien con alguien desde el principio y después se convierte en un buen amigo.
Cuando me encargó el regalo para sus testigos fue una alegría y un honor. Qué mejor que una joya para representar un momento que evoca el «para siempre». Quería que fueran pulseras y juntas decidimos el estilo, tan sólo hubo dudas en el acabado, pero ganó el oro rosa 
¡Desde aquí les deseo toda la felicidad del mundo a Andrea y Gianfranco!




