Soy de las personas que piensa que en la vida hay momentos y decisiones que marcan etapas. De hecho cuando miro hacia atrás, encuentro perfectamente las divisiones entre distintas etapas de mi vida y no necesariamente tienen que estar relacionadas con hacer una carrera o encontrar un trabajo. Hay veces que las etapas no son «oficiales» sino que somos nosotros mismos los que le damos la bienvenida a distintos momentos con determinadas decisiones.
Aun recuerdo cuando decidí empezar a aprender joyería. No fue fácil encontrar a alguien que me enseñara poco a poco, pues no tenía un horario de trabajo compatible con un curso oficial de dos años. Después de unos 4 años con un aprendizaje flexible y personalizado, me lancé a registrar eme jewels y empezar esta nueva aventura.
Siempre me ha gustado la gente emprendedora y las ilusiones que se ponen en proyectos nuevos, así que ¿por qué no empezar a tomarte en serio algo que te gusta tanto, dando un pasito más allá de lo que sería simplemente un hobby?
Uno de esos días interesantes, de ésos que recuerdas para siempre, fue hace una semana cuando hicimos el primer shooting para eme jewels. En mi trabajo «oficial» es algo que he hecho muchas veces: organizar una editorial, con algún medio normalmente, y llamar a fotógrafos, modelos, estilistas, maquillador, peluquero… Definir junto con el periodista encargado la temática, encontrar una localización, un catering para acompañar todas las horas de trabajo y lidiar con algún imprevisto que siempre surge. No podía creer que ahora lo estuviera organizando para algo personal, para mi proyecto 
| Captura de uno de los momentos de la sesión |
Pronto se podrá ver todo el reportaje en la próxima web de eme jewels que verá la luz este verano. Mientras tanto, dejo un pequeño resumen de la jornada.
| Una sesión de fotos con piscina incluida |
| Fotos diferentes para joyas y estilos diferentes |
Quiero agradecer a las personas que han hecho este shooting posible
Kike Miranda y Manu Cuartero, unos cracks de las cámaras, luces, iluminación. A Zaida, una maquilladora y peluquera fantástica que ha hecho posible que Letta fuera una modelo más guapa de lo que ya de por sí es, por dentro y por fuera. Gracias a todos por poner ilusión y dedicación a este día y contribuir así en sacar este proyecto adelante.