Éste ha sido uno de esos trabajos que me encanta hacer y que supone un reto importante. Primero porque es la primera vez en que hago unos pendientes con esta forma tan diferente y especial. Segundo porque llevan mi piedra favorita: el Cuarzo Blanco. Y tercero porque son los pendientes que llevaría Laura en la boda de su hermana gemela.
Sin lugar a dudas era un trabajo laborioso de orfebrería, pero merecía y mucho la pena el trabajo, para poder crear una joya muy especial.
El cuarzo blanco es una piedra purificadora, da luz y paz, era perfecta para Laura en este momento de su vida. Además, para quiénes no creen en el poder de los minerales, el Cuarzo Blanco se presenta como una opción fantástica para conseguir una piedra transparente, tipo cristal, ya que es un mineral de verdad (no como una circonita) y es muchísimo más asequible que un diamante.
- Pendientes diseñados y dibujados a lápiz
- Boceto con piedras, Cuarzo Blanco
Además de su atractivo modelo, estos pendientes son muy especiales porque son desmontables en tres posiciones. Se pueden poner sin la pieza que rodea la oreja e incluso se pueden poner si la pieza que va por detrás, quedando exclusivamente la parte que va por delante del lóbulo como un pendiente elegante y sencillo a la vez.
Laura sólo me pidió una cosa: que se numeraran para que se supiera siempre que sus pendientes fueron la primera unidad de este modelo tan especial 
- Como una ninfa o una diosa de la mitología, así de guapa estaba Laura
- Pendientes numerados ¡el primero de la serie!
