Cuando se hace algo por primera vez, se pone toda la ilusión y pasión que uno tiene dentro, al mismo tiempo que se palpan los nervios en la piel. Este encargo me ha hecho una ilusión bárbara, también me ha dado cierto respeto, pues es un trabajo de orfebrería de otro nivel, pero las ganas y la emoción han sido inmensas.
Que una novia te encargue la tiara de su boda es una responsabilidad. Que esa novia sea una amiga que confía en ti y quiere hacerte partícipe de su enlace de ese modo especial, ya son palabras mayores. Y que como colofón final te diga que no quiere que sea un complemento sólo de su boda sino que quiere poder usarlo en otros eventos especiales, te pone las cosas un poquito más difíciles 
En cualquier caso, ha sido uno de esos trabajos de taller que tienen alma.
- Boceto y resultado final
Nerea me dio rienda suelta para hacer el diseño que quisiera, sólo me dio unos tips importantes en el briefing: un poco más levantada en la parte central, no muy llamativa, no muy grande y ponible en otros eventos… Todos esos requisitos dieron lugar a esta tiara de plata con un gran Topacio Blanco central y algunos detalles con Berilos y Coral Piel de Ángel a los lados, que hacían juego con sus pendientes.
En un trabajo así, es muy importante no sólo hacer el diseño previo a mano alzada, sino poder ilustrarlo en 3D para que la novia pueda hacerse una idea lo más real posible de su acabado y de cómo le quedaría.
Ha sido un verdadero placer contribuir con una joya eme jewels a este día tan importante y, lo mejor de todo, saber que Nerea tiene una auténtica joya para toda la vida, ideada especialmente para ella.
- Así de guapa estaba Nerea en su boda
- Y aquí estamos las dos, colocando la tiara antes de que Nerea hiciera su entrada triunfal
