A veces desaprovechamos cosas, oportunidades, momentos o incluso personas. Por una cosa o por otra consideramos y decidimos que no es la ocasión de disfrutar de ellos. Los amantes de la filosofía «Carpe Diem» dirían que hay que vivir el presente porque los momentos seguro no vuelven, las personas puede que no vuelvan, las cosas puede que se estropeen… Y otros dirían «…O no». Quizás simplemente esperaban una mejor ocasión para ser disfrutadas como se merecían. Personalmente, pienso que todo en la vida tiene un por qué y si hay algo a lo que no le encontramos «su» momento, será el propio tiempo quien se encargue de encontrarlo y ponerlo en su sitio o al menos explicarnos por qué no lo era.

Esto es algo que nos pasa a todos, ¿cuántas veces compramos ropa y luego la dejamos guardada con la etiqueta esperando «la ocasión de estrenarla»? Es el caso de mi colega Beatriz Peña, que compró en un viaje hace años una Amatista maravillosa de la que se enamoró y luego la tuvo guardada en un cajón durante todo esos años. Para mí ha sido un placer descubrirla y conseguir sacarla de su guarida.

 

Bea simplemente no sabía qué hacer con la piedra y ha sido a raíz de escribir en su blog sobre eme jewels cuando ha caído en la cuenta y ha recuperado su pequeño tesoro que ahora luce con la vitalidad que la caracteriza.

 

En el taller en mitad del proceso de creación. Boquilla hecha, adornos hechos y soldados y ya sólo faltan las patitas de arriba para engastar la piedra :)
¡En el taller! En mitad del proceso de creación. Boquilla hecha, adornos hechos y soldados y ya sólo faltan las patitas de arriba para engastar la piedra :)

 

He trabajado con amatistas otras veces, de hecho es una gema que me encanta, pero jamás me había encontrado con una tan imponente como ésta. Con una piedra así, cualquier diseño que se me pasaba por la mente requería dejar todo el protagonismo a la Amatista para que se apreciaran su tamaño, intensidad del color y brillo.
Envié a Bea el boceto y le gustó, con lo que ya sólo quedaba trabajar con la segueta, lima, soplete y lija, incansables compañeros que ponen a prueba mi manicura cada día.

 

Et Voilá! Joya terminada
Et Voilá! Joya terminada

 

El balance de Bea es que no ha sido un tiempo perdido, simplemente su piedra esperaba el momento preciso para convertirse en una verdadera joya.

 

colgante de plata y amatista hecho a medida

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