¡Qué frío está siendo el 2015! Va a ser verdad esto del cambio climático… Días lluviosos y nubes negras decoran el cielo en este mes de febrero. Los colores oscuros reinan en el vestuario de la gente y apetecen planes caseros que si llevan incluida una taza de chocolate caliente, saben mucho mejor.

En el caso de las gemas, hay algunas que verdaderamente no pueden ser más oscuras, pero lejos de relacionarse con días grises y de lluvia, son piedras que aportan mucha energía y son muy valiosas, como el ónix o el coral negro, además de que paradójicamente proceden de lugares exóticos y llenos de color.

Collar de plata con Coral Negro y Ámbar. Diseño y creación eme jewels. Fotografía Kike Miranda

De todas las joyas eme jewels, ésta es una de las que más me gustan. No sólo porque el coral negro y el ámbar me fascinen, sino porque me recuerda al lugar en dónde adquirí las piedras, fue uno de los mejores viajes de mi vida. El destino era la República Dominicana, el motivo era la boda de un gran amigo y la compañía no podía ser mejor.

Agua cristalina, arena blanca, gente bailando en cada esquina de la calle… El sitio que más me gustó fue la isla Santa Catalina, un sitio precioso y prácticamente virgen, con bandadas de mariposas negras que parece que te reciben al llegar. Sin palabras.

Playa Bávaro, República Dominicana

Lo bueno de ir a República Dominicana con un amigo que sea de allí, es que te obligas a salir de Punta Cana para adentrarte en la pura esencia dominicana, la ciudad. Así es como mejor se conoce un lugar. En Santo Domingo visitamos el museo y la fábrica del ámbar y además de joyas y figuras hechas con la resina, pude ver cómo tallaban las piezas. Me encantó.

Isla Santa Catalina, República Dominicana

Tiempo después de volver de viaje, me enteré de que el Coral Negro tiene bastante controlada su comercialización. Es una especie que vive a más de 100 metros de profundidad en el mar y es difícil conseguirla. Quién me iba a decir a mí que la encontraría en aquel viaje y que la República era un gran productor no sólo de Coral Negro sino de Ámbar y Larimar, una piedra que sólo se encuentra allí y de la que hablaremos en otro momento.

Sin duda es un destino que recomiendo. Pero para los que no puedan viajar tanto ahora mismo, sugiero otro lugar cálido, con sabor y más cercano: Canarias. Eso, o pasar los días lluvioso y fríos tomando aquella taza de chocolate caliente…

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